El advergaming (del inglés advertising y game) es la práctica de crear vídeo juegos para publicitar una marca, producto, organización o idea. Esta tipología se da en los juegos desde principios de los ’80, aunque en un principio su utilización fue esporádica, pero creció aceleradamente en los últimos años como consecuencia del crecimiento de la industria del vídeo juegos.
Durante la práctica del juego, se van incluyendo de forma directa y, sobre todo, subliminal una serie de comentarios, apariciones, paneles, etc., que van dejando en el consumidor del juego una «marca mental» que finalmente, así indican los estudios, le hará sentir la necesidad de compra o, simplemente, la atracción hacia una marca o producto, esta es una estrategia de Markering Digital adoptada principalmente por las empresas de consumo masivo.
Se trata de una técnica de marketing que tiene más de 50 años, desde que en 1957 James Vicary introdujo las frases «Eat Popcorn» y «Drink Coca-Cola» en las secuencias de un fotograma de una película, logrando un incremento de ventas en Coca-Cola y palomitas de un 18,1% y un 57,8% respectivamente.
La mayoría de las marcas niegan el uso de esta publicidad subliminal dado el rechazo consciente que podría original en el público, por lo que actualmente el advergaming se está dirigiendo a juegos móviles desarrollados por estas marcas que intentan captar la atracción del público objetivo.
Advergaming y el Marketing de experiencias:
Aunque el acuñamiento y uso generalizado del término y herramienta de marketing «advergaming» está relacionado con el uso y consumo de juegos por los usuarios, tendríamos que considerar un ámbito mucho mayor de aplicación que la participación de los usuarios en una experiencia a través de un videojuego.
La idea original, reconducida hoy en día por la tecnología hacia la participación en juegos a través de soportes móviles, TV e Internet, es darle al usuario un mensaje de marca mientras se le genera una satisfacción, es decir, una experiencia que asocie positivamente con esa marca o producto. Por lo tanto, el advergaming es, en sí, una estrategia de «marketing experiencial«, al igual que otras conocidas basadas en regalos por Navidad a pasajeros, máquinas de vending que regalan pañales, olores a descubrir en restaurantes, etc.
En definitiva, el advergame y la publicidad interactiva han cambiado completamente el paradigma publicitario vigente en los medios tradicionales, pasando de la unidireccionalidad a la bidireccionalidad, obteniendo respuestas inmediatas por parte de los jugadores, quienes, en realidad, son el público objetivo.
El advergame tiene la ventaja de integrar la publicidad al contenido, sin interrumpirlo y sin causar molestias al espectador, el cual seguirá viendo el anuncio mientras éste lo entretenga. Además, se añade la intencionalidad persuasiva en el momento del juego. Esto quiere decir que ya no se invita al posible consumidor sólo a ver y “desear”, sino que también a experimentar y divertirse al mismo tiempo.